Catherine Piza, socia y representante del restaurante Bowl, en entrevista con LA BARRA habló sobre el concepto , sus expectativas frente al negocio, la inclusión que se genera a través de la comida y resaltó la importancia de rescatar la preparación tradicional de los alimentos aplicando la filosofí­a de la persidad.

Catherine Piza, socia y representante del restaurante Bowl, en entrevista con LA BARRA habló sobre el concepto , sus expectativas frente al negocio, la inclusión que se genera a través de la comida y resaltó la importancia de rescatar la preparación tradicional de los alimentos aplicando la filosofí­a de la persidad.

¿Qué es Bowl?

Bowl ,Heart Warming Food, es un lugar que ofrece comida para consentirse, que calienta el corazón y que se puede comer a cualquier hora. La propuesta de Bowl es ofrecer platos sorprendentes al paladar, llenos de color, aromas y que tienen un efecto reconstituyente; seleccionados a partir de diferentes cocinas tradicionales del mundo. Es decir, si estas "consentido", enguayabado, con ganas de alegrarte el alma o de tomar algo que te llene de energí­a, ir a Bowl puede ser la solución.

¿Por qué surge la idea de negocio?

En una conversación de amigos, todos viajeros impenitentes, nos dimos cuenta que cuando preguntábamos a algún inmigrante o extranjero en cualquier paí­s qué es lo que más extrañaba de donde vení­a, en la mayorí­a de los casos respondí­an, sin pensar mucho, que lo que más les hací­a falta era algún platillo tí­pico de su paí­s de origen. Ese componente vital que es la comida, se constituye en un elemento esencial de identidad, en cualquier cultura.

Curiosamente en casi ninguna parte la cocina hace parte de las polí­ticas culturales, siendo un elemento que está en el centro de las identidades culturales. Las cocinas tradicionales se han forjado lentamente, con el trabajo de generaciones de mujeres: abuelas, madres, esposas, que alimentan pacientemente a los niños y a la familia.

Es probable que por eso, cuando estamos "pechichones" buscamos esa conexión con algo que nos une con algo lejano de nuestra infancia: los olores, los colores, los sabores de lo que nuestras abuelas y nuestras madres nos ofrecí­an en la intimidad del hogar. Cuando sentimos hambre, "bajos de baterí­a" o enguayabados, el bocado de ese plato tradicional, que ha pasado por una larga y paciente cocción, nos devuelve el alma al cuerpo. Es inevitable un suspiro, luego de una grata sensación que recorre el cuerpo y conecta de nuevo todas las neuronas.

Los viajes, el gusto por la cocina y el interés por los sabores más tradicionales y populares, nos unió a los socios, siempre alrededor del fogón. De ahí­ fue naciendo la idea de Bowl. Fuimos construyendo un caprichoso itinerario, que queremos ofrecer a nuestros comensales, como una especie de agencia de viajes, para que en el rato fugaz de una sentada a la mesa, cualquier persona pueda sentirse invadida por los olores y sabores que probarí­a en Hanoi o en una barraquita en la costa guayaquileña, dejándose atender por una dulce anciana que ha pasado largas horas en los vapores de la cocina. Así­ fueron juntándose el Pho Vietnamita, el encebollado guayaquileño, la soljanka rusa, el caldo de costilla andino o el caldo de lima y pollo del Yucatán mexicano. Todos llenos de colores, sabores sorprendentes y muy reconstituyentes.

¿De cuánto fue la inversión inicial?

Alrededor de 80 millones de pesos.

¿Cuál es el público objetivo ?

La verdad vamos en contraví­a de varios negocios que se inspiran en la idea de "exclusividad, nuestra idea es la de abrir un espacio "inclusivo", al que pueda ir cualquier persona con sensibilidad y curiosidad; a ellos les queremos ofrecer platos bien servidos que generen una experiencia enriquecedora. Tenemos platos entre $2.500 y $17.000, se puede optar por combos que van entre $13.000 y $18.000, los que incluyen un plato principal, un acompañamiento y gaseosa. El público es gente que le gusta probar cosas nuevas, experiencias diferentes. Tenemos platos principales y luego acompañamientos, cada uno de estos últimos pensados en función del paí­s del plato principal. Tenemos algunas opciones vegetarianas porque también estamos pensando en ellos.

¿Cuántos empleos directos e indirectos están generando?

Directos 7, indirectos 10

¿Cómo se proyectan Bowl en el mercado colombiano?

Este ha sido un negocio pensado para que a mediano plazo sea una cadena con horarios extendidos (ahora es hasta las 11 pm, en el futuro aspiramos a abrir hasta las 4 am). En los tres primeros años la apuesta será tener entre 5 y 10 puntos en Bogotá y a 5 años expandirnos a nivel nacional. Luego ya pensaremos en otros paí­ses.

¿Qué los diferencia de otros restaurantes?

El propósito de alinearnos con un tipo de cocina que hunde sus raí­ces en la tradición, para rescatar esas caracterí­sticas más esenciales de la cocina de la casa: mimos, cariño, buen trato, pero en un horizonte más global. Cómo se vive estos elementos comunes de la cocina en distintos paí­ses del planeta. Bowl está a mitad de camino entre un restaurante a manteles y uno de comida rápida. Es un lugar confortable, urbano, global y sobretodo con muy buena onda, buen trato y mucho cariño para las personas, sin diferencias.

Está combinación se expresa no solamente en nuestra carta, sino en nuestro equipo de trabajo: un vasco, un persa iraní­, una cubana, una colombiana y una inglesa están al frente del negocio para atender a nuestros comensales.

¿Qué clase de comida ofrecen y de qué lugares del mundo?

Tenemos 6 platos de distintos rincones del mundo, con acompañamientos de cada uno, que se pueden ordenar en combo. Queremos ofrecer una especie de sorprendentes excursiones, para que las personas puedan adentrarse en los secretos y la fuerza de culturas distintas. A pesar de la persidad de platos y paí­ses, el hilo común es ese efecto maravilloso, reconfortante y consentidor de la tradición y la nostalgia.

Como eje principal ofrecemos 6 platos de diferentes lugares del mundo, con sus acompañamientos de origen, y son:

Vietnam: Pho vietnamita con rollitos primavera.

Ecuador: Encebollado con atún albacora ecuatoriano con corviches (es una especie de carimañola, con una masa de plátano verde, maní­ y achiote, con un relleno de salmón).

Rusia: Soljanka de la estepa rusa con blinis.

Italia: Minestra Italiana con pizzetas.

Colombia:Caldo de costilla con arepas santandereanas.

México:Sopa yucateca de lima y pollo con quedasillas (con una salsa molcajeteada).

¿Por qué ofrecer comidas de otros lugares?

Nos gusta la persidad, queremos que la gente pueda tener una experiencia (casi como una especie de pequeño viaje) y que se transporte con la comida a lugares muy distintos. Pensamos que es una propuesta nueva que nadie más está ofreciendo.

Dirección: Av Carrera 15 No 83 - 38

Télefono: 3003219