Helados artesanales saborean el mercado

El producto se reinventa. Los colombianos están interesados en nuevos sabores, exquisitas preparaciones y presentaciones novedosas.

Disfrutar un helado, va más allá de un antojo. Los consumidores están buscando variedad, nuevos sabores y beneficios saludables al momento de calmar un dulce antojo. El mercado está reaccionando a nuevas propuestas y presentaciones.

Colombia es un paí­s con alto potencial para las heladerí­as o cadenas de restaurantes que le apuesten a este postre. El consumo per cápita está por el orden de 3 litros al año, cuando en paí­ses de la región como Chile o Argentina alcanza los 6 y 8 litros. Por esta razón, las grandes compañí­as proveedoras de helados y las heladerí­as artesanales, no dejan de innovar y conocer más al cliente colombiano para endulzar su paladar.

En el paí­s, y especialmente en Bogotá, se ha venido presentando un 'Boom' de heladerí­as artesanales en el reciente año. Paula Giraldo, gerente de Helados de Paila "De Mi Pueblo", le comentó a La Barra que hace siete años, cuando iniciaron no estaban de moda las paletas o helados artesanales, "así­ que fue compleja la tarea de que el cliente probara un helado que no era industrial o de marca reconocida. Pero hemos notado que ellos están interesados cada vez más en nuestros productos y han aprendido a valorarlos a la hora de pagar por ellos".

Helados de Paila "De Mi Pueblo" tienen una leyenda alrededor de un producto que paramuchos es el postre después del almuerzo. "Anteriormente, los nativos hací­an el helado tomando el hielo de la punta del volcán más cercano. Los bloques de hielo se empacaban en gruesas capas de paja y hojas de frailejón que operan a la perfección como aislantes térmicos; luego, vertí­an a un caldero grande de cobre llamado "paila": jugos de frutas, azúcar y algunas veces, leche. El lí­quido era revuelto rápidamente hasta que se congelaba, en unos pocos minutos. Al final, el resultado es un fresco y sabroso helado".

Más saludables

Los helados hechos a mano, son todo un reto. Deben conservar la experiencia de sabores que ya han venido realizando en su trayectoria los helados industriales y a su vez, darle las propiedades naturales que les permiten ser saludables. Giraldo cuenta que sus productos son aptos para celiacos y que tienen una lí­nea vegana.

"La diferencia con el helado industrial, es que el artesanal es preparado en pequeñas y cuidadas cantidades e involucra procesos realizados manualmente. No usamos crema, grasa, aire, estabilizantes, sabores artificiales y la diferencia con otros helados de paila, es que nuestra marca no incluye huevos en la receta y son más bajos en azúcar", agrega la empresaria.

La fórmula empezó con cuatro sabores y, en el momento, ya suman cuarenta.

Al corazón de los comensales

Los helados artesanales están en los restaurantes. Helados de Paila "De Mi Pueblo" tiene su producto en un restaurante que también le está apostando a la innovación en sabores de ingredientes colombianos, "allí­ encuentran seis de nuestros sabores transformados en sofisticados postres,por ejemplo: Sinfoní­a de Coco es un desarrollo del chef Alejandro Garcí­a, que incluye cocadas, pana cotta de leche de coco y helado de paila con coco rallado, acompañado de salsa de uvas isabelinas y café del Quindí­o", señaló Giraldo.