Natsuko Shoji, la Mejor Chef Femenina de Asia, de paso por Colombia

Natsuko Shoji, ganadora del premio a Mejor Chef Femenina de Asia, visitó Colombia como parte del proyecto In Residece, liderado por Leonor Espinosa. Hablamos con ella sobre este reconocimiento, su restaurante y lo que viene a futuro.

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Esta no es la primera vez que Natsuko Shoji es premiada por su trabajo como chef. En 2020 recibió el título como Mejor Chef Pastelera de Asia y dos años después fue premiada como Mejor Chef Femenina del continente asiático. Sin embargo, estos logros responden a un objetivo que va más allá del reconocimiento mundial.

Natsuko Shoji: Mejor Chef Femenina de Asia 2020

¿Qué implicó para Natsuko ese premio siendo tan joven? “Significó mucho porque en Japón, especialmente, es difícil sobrevivir en esta industria, es un rubro exigente que requiere largas jornadas e incluso de mucha fuerza física. Pero, hay una presión adicional porque se considera que las mujeres no pueden cocinar tan bien como los hombres” afirma.

De alguna manera, su logro como chef fue una forma de romper las barreras socialmente establecidas en una industria en principio machista. Y este premio fue la ratificación de un trabajo que empezó en 2014 y que se convirtió en su bandera.

Y es que aunque se ha ganado un lugar en medio de sus colegas, la percepción de ella como chef y el reconocimiento y respecto a su trabajo sigue siendo escasos.

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“Si hubiera abierto un restaurante de comida japonesa, no tendría la libertad de hacer mis propias creaciones e inventar cosas únicas”.

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La mejor chef femenina en un mundo de hombres

¿Ha cambiado la percepción de sus pares hombres después del premio? Natsuko responde con un rotundo no. Infortunadamente, este es un tema con el que siempre ha convivido. Desde muy joven enfrentó situaciones de discriminación. Cuando decidió abrir su restaurante, necesitó ayuda financiera que no recibió por dos motivos: su edad y su género.

Lejos de desistir, Natsuko decidió dedicarse a algo que pudiera hacer sola, sin la ayuda de nadie. La pastelería fue su camino.

Mejor Chef Pastelera de Asia 2020

Su relación con la pastelería empezó cuando aún era muy joven. Y aunque no había sido su primera opción, sí se convirtió en la manera de visibilizar su arte y de mostrar el talento detrás de cada una de sus creaciones.

“Si puedo hacer algo hermoso, que llame la atención, podré mostrarle a la gente mis habilidades, de lo que soy capaz”, afirma. Así, abrió una pequeña pastelería de solo 6 mesas que prontamente empezó a ser muy reconocida no solo por la calidad de las preparaciones, sino por su estética. Tanto fue el ruido que hizo que llamó la atención de referentes de la moda y artistas como Chanel y Louis Vuitton, quienes se convirtieron en los invitados de su mesa.

En 2020, recibió el reconocimiento como Mejor Chef Pastelera de Asia, premio que la ubicó aún más en el mapa, y luego, en 2022, recibió el premio como Mejor Chef Femenina en el continente asiático. Sin embargo, su objetivo es convertirse en la mejor chef femenina del mundo, como lo hizo Leo, y ganarse por fin ese lugar que ha venido cultivando desde hace tiempo.

Eté, el restaurante de 6 mesas más famoso del mundo

Eté nació en 2014 como pastelería y un año después ya se había convertido en restaurante. Sin embargo, la idea siguió siendo la misma: un espacio con solo 6 mesas para ofrecer una experiencia de lujo. Y es que para Natsuko, la idea de su restaurante no era solo ofrecer un producto, sino crear una experiencia única, exclusiva y atemporal, tal como lo hace Chanel o Hermès en cada una de sus colecciones.

La inspiración detrás de sus creaciones

En la cocina de Natsuko Shoji hay dos elementos que juegan un papel fundamental: la influencia francesa y la moda.

Lejos de lo que se podría pensar, su restaurante no es de comida japonesa. La propuesta de Eté entremezcla la gastronomía francesa con ingredientes tradicionales de su país. ¿La razón? Según Natsuko, la cocina japonesa es muy tradicional y muy respetuosa de los ingredientes, lo que la hace muchas veces restrictiva. “Si hubiera abierto un restaurante de comida japonesa, no tendría la libertad de hacer mis propias creaciones e inventar cosas únicas” afirma.

Así, Francia fue su primera opción. Esto principalmente porque su formación como chef fue en un restaurante francés. Pero además, en Japón esta cocina es fuerte debido a la historia que los une. Hace años, cuando el país se abrió a otras culturas, la cocina francesa fue una de las primeras que aterrizó en el país. Según ella, “hay una fuerte conexión con esta cocina que no tenemos con la española o italiana”.

Pero, por otro lado, su relación con la moda fue vital para darle forma a Eté. Hoy, es algo que se traduce en cada una de sus creaciones. Natsuko cuenta que siempre amó la moda. Desde muy niña, ver desfiles se convirtió en un escape a tantas situaciones adversas por las que tuvo que pasar. Sentía que estaba en un mundo diferente.

Encontró en las pasarelas un display de emoción capaz de transportar a la gente, lo mismo que quiso hacer en su restaurante y en su cocina.

La bolsa de Hermès

Chanel y Louis Vuitton son algunos de los nombres que más se conectan con su propuesta. Sin embargo, Hermès también fue y sigue siendo una de sus mayores fuentes de inspiración. La famosa bolsa Birkin, un objeto deseado por muchos, pero obtenido por pocos, fue la piedra angular detrás de Eté. “No solo son limitados, sino que además tienen un valor adicional y es que trascienden. Una vez lo compras es casi que eterno, es un objeto que continúa en el tiempo” cuenta. Y fue precisamente eso lo que quiso construir con su restaurante: una experiencia única, exclusiva y que trascendiera.

Por esto, Eté solo está abierto cuando ella está y solo ofrece su menú de degustación a 6 personas, el cual cambia constantemente. Cada parte del menú está diseñado para despertar los sentidos, para contar una historia y para mostrar lo mejor de los ingredientes japoneses.

Y fue precisamente este amor y respeto por los ingredientes locales lo que la conectó con Leo y con el proyecto que hoy lidera.

Una propuesta para motivar a las nuevas generaciones

Algo en lo que Natsuko hace mucho énfasis es en convertir a Eté en un modelo a seguir para las nuevas generaciones. “El restaurante no es muy grande, es muy exclusivo y los precios rondan los 600 dólares. Pero si se tienen las habilidades y una buena estrategia, es posible ser muy exitoso” comenta. Así, su objetivo es demostrar que se puede emprender y que hasta los más pequeños puede llegar a ser los mejores.

Por esto quisiera mantener su restaurante con solo 6 puestos. Por supuesto, ha recibido muchas ofertas para expandir su negocio, la pregunta es ¿por qué no abrir más restaurantes para ganar más dinero?

Por un lado, Eté nació como un negocio pequeño que demostró ser exitoso contra todo pronóstico. Expandirlo sería ir en contra de su premisa. Asimismo, su propósito va más allá del dinero y se centra en crear experiencias únicas, que, como una pieza de arte, solo aparecen una vez. “Quiero mantener una sensación de exclusividad y de lujo atemporal, tal como la bolsa birkin” señala.

De cualquier forma, aclara que si se ganara el premio como Mejor Chef del mundo, podría pensarlo, pero por ahora es un no rotundo.

Natsuko y su lucha por romper barreras culturales

Eté es una idea transgresora para una industria manejada en su mayoría por hombres. Frente a este tema y especialmente en la situación vivida en Japón, Natsuko es clara: “Me gustaría romper con ese legado de discriminación hacia las mujeres”. Y la razón principal es que desde muy joven, empezó a luchar con esta problemática y fue largo el camino que tuvo que andar para encontrar su lugar.

Su entrenamiento como chef lo hizo en un restaurante francés, con un chef hombre. Y así como sucede en muchas cocinas del mundo, la exigencia para demostrar que tenía un lugar en esa cocina era muy alta, especialmente porque era mujer.

Una situación familiar crítica y la poca humanidad con la que fue tratada en aquel tiempo la llevaron a tomar la decisión de renunciar. Algo poco celebrada por su jefe y por una industria que castiga la vulnerabilidad.

Fue el momento en que decidió abrir su propio restaurante, sin embargo, cuando lo intentó los bancos le dieron la espalda. “Nadie se quería arriesgar a prestarle dinero a una mujer tan joven” cuenta. Así que la pastelería se convirtió en su salida no solo para mantener a su familia. Fue también una formar de demostrarle al chef y a la industria que era capaz.

Cocina colombiana y japonesa

Esta es la primera vez que Natsuko viene a Colombia. Sin duda, la biodiversidad es algo que ella destaca y que le ha servido de inspiración para crear nuevas preparaciones que integren las dos culturas. Ingredientes como la hormiga culona o el mojojoy son algunos de los productos típicos que ha probado y que sin duda han detonado su lado más creativo.

También resalta la intensidad de sabores y el aroma de ingredientes colombianos como las frutas. “El aroma es muy diferente a los productos japoneses, muy exótico; además, son más dulces e intensos” cuenta.

Asimismo, el paladar colombiano la ha llevado a experimentar. Según Natsuko, “la gente colombiana prefiere la comida un poco más salada que la japonesa”, por lo que ha tenido que adaptar sus sabores.

Proyecto In Residence

El pasado 15 de marzo, Natsuko Shoji se tomó la cocina de Leo para compartir un menú de degustación con 30 invitados especiales. Esta experiencia hace parte del proyecto In Residence, impulsado por Leonor Espinosa. Este proyecto nació con el objetivo de traer a chefs de todo el mundo y experimentar de primera mano la genialidad de sus creaciones. Pero también buscaba acercarlos a la cultura colombiana y a vivir una experiencia gastronómica auténtica.

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Desde siempre, Leo ha buscado rescatar la cultura gastronómica de lo que ella llama “la cocina del territorio olvidado”. Darle visibilidad a los ingredientes locales y a la diversidad de productos de los que goza el territorio colombiano. Y es que afuera la gastronomía colombiana es reducida a algunos elementos que si bien forman parte de la cocina, no le hacen justicia a la variedad acá presente.

A partir de esta premisa surge In Residence. Según cuenta María Alejandra Fandiño, gerente de estrategia Mayday Consultores y quien ha seguido de cerca el proyecto, In residence termina o empieza en el Amazonas. El objetivo principal es cuidar la selva y visibilizar el peligro en el que se encuentra. La idea es que los chefs viajen hasta allá, experimenten y exploren con los ingredientes y se lleven un nuevo imaginario de sabores, aromas y texturas. Pero que también se vuelvan voceros de esta problemática.

Natsuko es la quinta chef en visitar Colombia como parte de este proyecto, pero no será la última. Según Fandiño, lo que se busca es que esta experiencia y el proyecto lleguen a muchas más partes del mundo. Pero sobre todo, se espera darle más valor a la gastronomía y al trabajo que hay detrás de un menú de degustación como el de Natsuko.